miércoles, 29 de septiembre de 2010

VAMOS DE PASEO.-



Mi amiga Florinda y yo nos dispusimos a dar nuestro diario paseo, el origen del mismo venía dado no por prescripción facultativa, si no convencidas de que el caminar es bueno para la salud y sobre todo dada nuestra mediana edad.
Siempre seguíamos el mismo itinerario, salíamos de casa hacia la carretera de San Servan y concluía al llegar al pozo de las Cadenas (nunca supimos del origen del nombre) descansábamos un rato y vuelta para casa, en total cinco kilómetros.
El pozo tenía un brocal enorme y un pilón adosado, donde en otros tiempos los hombres de campo llevaban a beber a sus caballerías y los pastores abrevaban a sus rebaños.
Así mismo las mujeres llegaban hasta el para lavar la ropa aprovechando sus aguas dulces.
Ahora se encontraba en deshuso y cuando nos asomábamos se comprobaba como estaba cegado por grandes piedras y por viejos enseres ¡que lastima!.
Hoy hemos salido bastante mas tarde de lo habitual, pues ha sido un día de un calor sofocante y buscamos de esta manera poder disfrutar de algo de fresco ya en la noche.
Antes de llegar al punto de destino nos sorprendió un resplandor muy luminoso que salía del pozo.
Nos preguntamos que sería aquello y nos pareció como si alguien estuviera con una linterna, tratando tal vez de salvar a algún animal que desafortunadamente se hubiera caído al pozo, pero no era así, allí no había ninguna persona.
Pensamos que pudiera tratarse de algunos gatos buscando comida, todos sabemos que sus ojos brillan en la oscuridad, pero ellos al sentirnos se hubieran espantado.
A medida que nos aproximabamos, lo hacíamos mas intrigadas y con un mucho de miedo.
Cuando finalmente nos acercamos al brocal pudimos observar un enjambre de luciérnagas que acababan de eclosionar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario