jueves, 28 de mayo de 2009

IRREFLEXIÓN

Este dolor de ave, de apasionado vuelo que se dejaba entrever; me llamó poderosamente la atención; traté de localizarlo a través de los árboles pero me fue imposible descubrirlo, ¿de qué especie se trataría?.
Aquel percance no me cortó la idea de aquel día de subir a la montaña que se divisaba desde mi casa, me parecía tan cercana y era tan enigmática que llevaba tiempo pensando en descubrirla.
Calzada con unas deportivas y vestida con el chándal, me puse en camino.
De nuevo aquel grito de dolor de ave al que suponía aprisionado en su vuelo, volvió a llamarme la atención; ¿dónde estaría?, ¿ se dirigía a mí su llamada de auxilio? o ¿quizás fuera ésta la manera de atraer a su pareja para aparearse?.
Traté de pasar este incidente por alto y transcurrido un buen rato ( que se me hizo demasiado largo), estaba al pie de la montaña.
Seguí los senderos que otras personas tenían marcados, mas pasado un tiempo, decidí abandonarlos y ascender la montaña verticalmente, pense (ignorante de mi) que de esta forma llegaría antes a la cumbre.
El sol seguía ascendiendo en el horizonte y empecé a sentir calor, pues a pesar de ser el mes de octubre la temperatura era alta y esto, acompañado del esfuerzo que estaba realizando, agravó la situación; me quité la chaqueta del chándal.
Tenía sed y eso en estas circunstancias me resultaba un tanto díficill de resolver,debido a las insuficientes lluvias, los manantiales de la montaña estaban secos.
Me apunté mentalmente que la próxima vez que decidiera hacer una excursión debería coger una mochila en la que no podía faltar varias botellas de agua.
Mi afán de lograr el objetivo que me había marcado de subir a lo más alto y en el menor tiempo posible, me quitaba el placer de poder admirar el horizonte y de extasiarme contemplando los diferentes tonos de color que la flora de la montaña tenía.
Yo sólo quería llegar a la meta y eso nada ni nadie debería impedírmelo, ni aún la sed que por momentos se me hacia insoportable.
Otra vez el grito desgarrador de aquel ave al que había olvidado se hizo notar.Verdaderamente me estaba intrigando;¿cómo era posible que si se encontraba herido a mi salida de la casa hubiera podido volar hasta allí?,y¿si esa era su forma de hacerse notar por su pareja,estuviera antes en el valle y ahora a la altura en la que me encontraba?, se por la biología que todos los animales tienen su hábitat para vivir....crecer...etc. ,realmente me intrigaba.
Seguí subiendo,sentí un ligero vahído que me hizo tropezar y caer sobre una piedra, con el consiguiente rasguño en una rodilla( otra cosa que debería poner en la mochila sería unas tiritas y un antiséptico).
La sensación de aturdimiento se hacia cada vez más evidente, un zumbido ensordecedor me rompía los tímpanos; la visión se hacia a cada paso más turbia( esto debe ser el efecto del mal de alturas, pensé).Ahora me daba cuenta que debería haberme preparado mejor para esta escalada. Me faltaban las fuerzas; el corazón latía tan deprisa que parecía querer escaparse, pero yo continuaba fija en mi empeño de avanzar; iba dando tumbos pero el subsconciente me mandaba seguir........y seguir. De pronto el grito de dolor del ave, ésta vez si cabe más desgarrador que los anteriores, hizo que a mi maltrecho organismo lo recorriera un espeluznante escalofrío que me dejó petrificada y clavada en el suelo.
A mis pies, justo a mis pies, la montaña se convertía en un terrible desfiladero. Di la media vuelta y comencé el descenso.
La próxima vez ( si la tenía) tendría que ser más reflexiva.

Relato publicado en la revista "LA METAFORA" presentada el día 13 de diciembre de 2.002

VIDAS Y VIVENCIAS





¡OH, MAGUILLA de los sueños míos!,
nunca podré borrar de mi memoria,
trece años vividos de tu historia
jalonados de paz y de armonía.
¡Cuántos bellos recuerdos!, ¡Cuánta euforia!
de pasiones juveniles a porfía,
en este pueblo tan rico en Hidalguía
para seguir tu honrosa trayectoria
Un destino de lucha y no me quejo,
siempre feliz de ir por derroteros
siendo romántica....,gentil y tesonera.
De este pueblo mecido en la enramada
al amor de su VIRGEN DE ESPARIA que lo vela
y de un sol que por ella se desvela
para tenerla de luz ataviada.
De tu grandeza mi MAGUILLA - AMADA
y de tus gentes sencillas y abnegadas
quiero yo siempre ser "LA PREGONERA".

Publicado en la revista "LA METÁFORA"Aso.Cultural Ventana Literaria.

miércoles, 27 de mayo de 2009

RECUERDOS


Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla.
ANTONIO MACHADO

Una vez que mi madre dio a luz a mi hermano el pequeño y que mi hermana mayor tomara su primera comunión, nos trasladamos como estaba previsto hacia un nuevo destino.Destino éste que sería el paso de nuestra infancia hasta la adolescencia.
Recuerdo que era una tarde -noche del mes de junio y mientras mis padres recibían los saludos de los que ahora serian nuestros nuevos vecinos, mi hermana y yo nos dispusimos a inspeccionar la casa.
Como dice Josefina R. Aldecoa en su libro Historia de una Maestra:Una vida la recuerdas a saltos a golpes. De repente te viene a la memoria un pasaje y se te ilumina la escena del recuerdo.Pues bien, esto es lo que me pasa a mi en cuanto si la casa era muy grande o pequeña, o de si tenia muchas habitaciones o pocas porque pierdo la escena. Por el contrario mi impacto fue el Patio, nada más traspasar la puerta de la cocina que nos separaba de él, pudimos observar un árbol del que mas tarde supimos se trataba de un Lilo de flores blancas.
Su tronco demasiado alto para ser arbusto de esta especie lo era porque se encontraba en la parte más umbría del patio(que sabia la naturaleza), sus ramas tenían que buscar la luz del sol; no obstante esta humedad la aprovechaban las hortensias para mostrarnos sus bellísimos ramos de flores.
A la izquierda estaba un Saúco que como el Olmo de Machado había sido hendido por el rayo,toda vez que estaba sembrado en la pozeta donde iba el cable a tierra del pararrayos, pero a pesar de estar muy mal herido una de sus ramas florecía cada año.
De frente una muy bien formada palmera canaria con sus piñas de flores sin polinizar.
Un embriagador aroma de azahar nos envolvía atrayéndonos como en arrebato hacia donde se encontraba el objeto de aquel perfume.
Seguimos un poco más adelante y descubrimos a un Sensual y Señorial limonero cargado de flores y frutos.
Nos miramos las dos y nos pareció vivir un cuento de las Mil y Una Noche. La pena fue cuando nos dimos cuenta que este árbol no nos pertenecía pues sus raíces y tronco estaban anclados al otro lado de la tapia:PERO NADIE NOS PODRÍA PRIVAR DE ESTA MAGNIFICA RAMA QUE PREFIRIÓ VIVIR EN EL NUESTRO".
Cuánto daría por poder ver todo, con los mismos ojos de la NIÑA que en aquel PATIO fui.

Este relato fue publicado en la revista LA METÁFORA de la ASOCIACIÓN CULTURAL VENTANA LITERARIA en el año 2.003

lunes, 25 de mayo de 2009

Hola amigos gracias por visitar mi blog

En esta tarde hermosa del mes de mayo,empiezo mi blog que pongo a vuestra entera disposición.
Pertenezco a la Asociación Cultural Ventana Literaria que solo es el intento de aprender y divulgar el amor a la palabra escrita y leída,es por ello que desde aquí os invito a que entréis en mi pagina que ya desde ahora empezará a tomar forma.Un beso muy fuerte para todos.