domingo, 20 de septiembre de 2009

" ADIOS HIGINÍO......ADIOS".


Una tarde en la que fuimos a dar el cotidiano paseo acompañados por nuestro padre, nos dispusimos a coger grillos con los que mis hermanos competían con su pandilla para ver quién tenía el que más cantaba o quien reunía mas grillos reales.
Llamó nuestra atención un ruido que provenía de unos arbustos,ni cortos ni perezosos nos dispusimos los tres a investigar que era aquello que lo provocaba y nos encontramos con un cachorrillo de perro que alguien habría abandonado.
-Vamos a llevárnoslo a casa, dijo mi hermano Manoli. -¡Si, venga!, respondimos los demás. -Pero mamá no va a dejar que lo tengamos,apostilló Tuni. Podíamos esconderlo en el patio y nosotros nos encargaríamos de darle agua y comida.
-¿Como lo llamaremos?, dijo de nuevo Tuni. - Al ser macho lo llamaremos Higinío como el guarda de la finca dije yo¿vale?.
Mi padre a regañadientes aceptó que nos lo lleváramos.
Nada mas llegar a casa mi madre nos preguntó que era el envoltorio que llevábamos. -Es un perrito que nos hemos encontrado y el pobrecito se quería venir con nosotros. -¿Quién lo cuidará?. - Nosotros...nosotros respondimos al unísono.
Transcurridas unas semanas empezaron las disputas. - Yo lo saqué ayer, hoy te toca a ti. - No a mi no me toca pues quién lo saque ayer fui yo, hoy le toca a el.
Un día, cuando regresamos de la escuela el perrito no se encontraba en su cajón; lo buscamos por todas partes pero fue en vano porque no estaba.
¿La explicación ?, sencilla; mi madre harta de nuestras contiendas habló con el sr. que nos traía la leche y este acepto llevárselo a su huerta.

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