miércoles, 3 de junio de 2009

ROMANCE DE LA EXCURSIONISTA "IRREFLEXIVA"

MARIA TERESA: Le celebro admirado su relato titulado "IRREFLEXIÓN",publicado en la revista "LA METÁFORA" Nº 2, páginas 42 y 43, del año dos mil dos.
Acontinuación le pongo las fantasias que me ha ido inspirando su lectura, en una rima ROMANCE.



La niña ya hecha mujer
se vió aquel dia en el riachuelo
su cuerpo esbelto de atleta
y como juncos enhiestos,
crecieron sus fantasías
en aquel chorro de espejos.
Harta de ingenuos paisajes
le dio un ataque de tedio,
entre las cuatro paredes
de su castillo de sueños;
y cuando se hubo curado
resolvió de mutuo empeño
que cambiaría el decorado
de aquel vergel mañanero,
para andar algo de Mundo
aún a costa de algun riesgo.
Atisbando por caminos
trochas o simples senderos,
que llevan a la montaña
y al horizonte del Cielo,
ya que aún no sabia soñar
con los caminos de hierro.
Se preparó una excursión
a solas con su denuedo,
su chándal, sus deportivas
y su mochila de sueños;
"el triste dolor de un ave
de apasionado revuelo",
le embrujó su decisión
conforme se iba atreviendo
a conquistar con bravura
su gran montaña de Cielo.
Absorta con el paisaje
la sobrecogió de nuevo
"el grito de dolor de ave
de apasionado revuelo";
con el alma algo alarmada
se preguntó aquel misterio,
pero prosiguió adelante
con su entereza y su genio
por entre el fragor del monte
campo a través ascendiendo,
para coronar cuanto antes
la cúspide de su empeño.
En tanto, una sed ardiente
empezó a darle tormento
y aventuró si el ave
de aprisionado vuelo,
sería, en sus soledades
de agobiante silencio,
un elfo o duende montañés
gafe,torvo y travieso;
o acaso un trino de terror
de ave de mal agüero.
¡Haberse ido esta niña
sin agua ni sombrero!
a un monte tendido al Sol
y reseco como un leño.
Sacó fuerzas de flaqueza
al bajarse el descenso,
ya el corazón varado
y petrificado el cuerpo.
Me parece que adivino
tras su feliz regreso,
quer era su Ángel de la Guarda
con su "aprisionado vuelo"
aquel grito "dolor de ave"
que le había ido siguiendo.
He visto en mi fantasía
sus huellas en el sendero,
y un monte policromado
reflejándose en su pelo;
y no tan irreflexiva, no,
pues ya la guardaría el Cielo
andando por las montañas
entre aromas a romero.
Para rosas sus mejillas,
verdes, solo los del suelo,
en el pinar, en los pinos
o en los juniperos tiernos;
y el resto de los colores
se hicieron color de fuego
sobre su figura inmensa
abrasándola siniestros,
de sed, acaso de amores
o de una sed de desierto.

JUÁN VALERA. Granada, 25 de enero de 2.003

2 comentarios:

  1. Que grato placer poder acceder a este blog a través del de Mary, ha sido una exquisita lectura, un maravilloso oásis.
    Agradecida dejos mis besos.

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  2. Buenos dias desde España.Por favor cielo claro
    FREYA podrias enviarme la dirección del blog de ANA MÁRQUEZ con el tiempo en mis brazos es que lo he perdido y me gustaria contactar con ella.Gracias un beso

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